El tacto de su mano sobre su
pierna al principio le producía cosquillas. Ahora, sin embargo, se sentía
protegida y lo que es más, que el mundo ya podía seguir dando vueltas, que ella
sentía que el rompecabezas de su vida había ido girando sus piezas a una
velocidad vertiginosa y que por fin, todo estaba bien, después de tanto tiempo.
Sonrió y se abrazó a su silueta mientras daba gracias al cielo por tenerle cerca.
Sonrió y se abrazó a su silueta mientras daba gracias al cielo por tenerle cerca.